miércoles, 23 de enero de 2013

Sombrero Seleccionador 1

Deseosa de tener una varita entre tus manos, asentiste y esperaste a que te dieran las varita.
Cuando te dieron la varita, viste que estaba un poco chamuscada en la punta y que era un poco diferente a las de los gemelos, ya que la tuya era negra y las de los gemelos marrón oscura.
-Es de roble del norte y corazón de dragón-te informó George mientras tú la girabas observándola.
-Disculpa si está un poco chamuscada, es que nuestro hermano Charlie tuvo un accidente en su TIMO de cuidado de las criaturas mágicas.-te explicó Fred.
-El TIMO es un examen que se hace en quinto año-aclaró George.
-Charlie se emocionó demasiado cuando le tocó con un dragón, ahora trabaja con dragones-continuó Fred como si su hermano no hubiese dicho nada.
Lee suspiró y agarró tus manos colocando la varita en tu mano derecha por el mango.
-Se coge así...-la varita se iluminó y notaste una corriente de aire cálida a pesar de que el compartimento estaba cerrado.
-¡Me parece que la varita acaba de cambiar totalmente de dueño!-exclamó Fred con una sonrisa.
-¿Eso puede pasar?-preguntó George confuso.
-Es la primera vez que lo veo-comentó Lee, aún más confuso que George.
El tren aminoró la marcha y paró.
-Ya estamos aquí-sentenció Lee incorporándose a coger su equipaje.
-Sí-asintieron los gemelos a la vez imitando a Lee y cogiendo su equipaje.
-¡Mi equipaje!-recordaste de repente y abriste la puerta del compartimento.
Los gemelos se rieron de tu despiste.
-Busca aun tipo enorme que se llama Hagrid cuando lo tengas, los de primero deben ir con él.-te informó Lee antes de que cerraras la puerta del compartimento y echaras a correr.
Encontraste tu compartimento vacío salvo por tu equipaje, así que lo cogiste, al igual que a Herbie, que había empezado a ladrar al notar movimiento de personas.
Saliste del tren entre la gran masa de personas y viste al tipo grande que te había dicho Lee gritando "¡Primer año! ¡Primer año!" Dedujiste que ése era Hagrid y te acercaste.
Él te dijo a ti y a unos cuantos más que dejarais el equipaje en la acera y que este aparecería luego en vuestra habitación. Os metió prisa diciendo que teníais un largo camino por delante.
Viste un montón de canoas y cómo la gente se subía por parejas.
-¡Oye! ¡Aquí!-te llamó una pelirroja- ¡Si no hay dos personas no se moverá!-Te subiste en la canoa junto a ella y disfrutaste de las impresionantes vistas del castillo.
Oíste una risilla.
-Soy Ginny Weasley-se presentó- Por lo que veo estás bastante impresionada, mi hermano ya me contó que a los de primer año los traen en canoa para impresionarlos.
Le dijiste tu nombre.
-Voy a ser una Gryffindor, como mis hermanos-dijo ella segura de sí misma- ¿Y tú?
-¿Fred y George?-preguntaste recordándolos.- ¿Es que se puede elegir casa?
Ginny asintió dos veces sorprendiéndote.
-Fred y George son mis hermanos, pero también Ron. Charlie y Bill ya terminaron el colegio-te informó.- Y ¡claro que se puede escoger casa! No tienes por qué estar nerviosa, estoy segura de que no terminarás en Slytherin.
-Para los ratas-murmuraste.
Ginny volvió a hacer su risilla.
-Estoy segura de que eso te lo dijo Fred.
Tú te sonrojaste hasta las orejas al recordar su cara tan cerca de la tuya en el compartimento.
Llegasteis al castillo y entrasteis. Una bruja con lo que tu consideraste que era un estereotipo de disfraz de Halloween con su sombrero puntiagudo pidió que os callarais.
Ella se presentó como Minerva Mcgonagall, la subdirectora del colegio y la jefa de la casa de Gryffindor. Os explicó que no teníais que preocuparos por nada, que entraríais en el comedor en fila y que cuando dijera vuestro nombre os sentaríais en un taburete y os pondría el Sombrero Seleccionador. Luego éste diría vuestra casa e iríais a sentaros a la mesa que aplaudiera.
Te pareció bastante sencillo, pero te sorprendiste cuando la profesora Mcgonagall dijo tu nombre y que no había recibido tu lechuza que confirmaba tu asistencia al centro.
Te sonrojaste y viste que alguien que no conocías se rió de ti hasta que la profesora le miró a él.
-Yo no tengo lechuzas, señora-respondiste.
-¡Ah! Padres muggles, es verdad-dijo mirando un pergamino- No te preocupes, se te dará todo lo que te falte, hay un fondo especial para alumnos de familias muggles-te informó.
Tú volviste a sonrojarte cuando la gente empezó a murmurar.
-¡Callaos!-gritó Ginny Weasley, la chica pelirroja que te había acompañado en la canoa- ¡Me gustaría veros a vosotros en un sitio que no conocéis!
El murmullo a tu costa se acalló.
-Gracias señorita Weasley-dijo la profesora mirando a tu amiga- Estoy segura que acabarás en Gryffindor como tus hermanos. Por favor no imites a los gemelos.
-Lo siento, profesora-se disculpó.
Entrasteis en el gran comedor en filas de dos y le diste las gracias a Ginny. Ella sonrió quitándole importancia.
Te pusiste más nerviosa conforme empezaban a decir nombres y los alumnos que antes estaban contigo se iban sentando en las mesas que aplaudían. Tal como dijo la profesora Mcgonagall. A veces el Sombrero Seleccionador tardaba unos minutos y otras apenas rozaba el cabello que gritaba una casa. Rogaste por ser de los de la segunda opción.
Y entonces dijeron tu nombre.
Caminaste y te sentaste en el taburete. Tragaste saliva con fuerza y pensaste que querías que lo dijera ya, que querías estar con Ginny y conocer a todos sus hermanos. Sería cálido estar en una familia numerosa.
Apenas el Sombrero Seleccionar rozó tu cabello gritó:
-¡GRYFFINDOR!
Diste un pequeño salto al bajarte del taburete y fuiste corriendo a la mesa en la que aplaudían. Reconociste a Fred, George y Lee. Te sentaste con ellos y te fijaste en unos estandartes escarlatas y dorados con un León que había sobre tu cabeza.
-¡Cuando la varita de Charlie te escogió, sabía que serías una Gryffindor!-dijo Fred
-¡No podíamos esperar menos!-corroboró George.
Recibiste un montón de enhorabuenas de gente que no conocías que había en tu mesa y una palmadita en la espalda de Lee.
Poco después, tu amiga Ginny Weasley fue a Gryffindor con una sonrisa.

-Pincha aquí o ve a Dumbeldore 1

PLUS

No hay comentarios:

Publicar un comentario