jueves, 23 de marzo de 2023

¡Comienza la aventura!




Estás en la estación King Cross, y relees la carta que llegó a tu casa con la esperanza de encontrar algo que diga que es una broma o de que te indique dónde está el andén 9 y 3/4.

Querido estudiante:

Tenemos el placer de informarle de que dispone de una plaza en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Por favor, observe la lista del equipo y los libros necesarios. Las clases comienzan el 22 de agosto. Esperamos su lechuza antes del 20 de julio. 

Muy cordialmente, Minerva McGonagall Subdirectora 

 Los alumnos de primer año necesitarán:
 Tres Túnicas sencillas de trabajo.
Un sombrero negro puntiagudo para uso diario.
Un par de guantes protectores.
Una capa de invierno.

 Todos los alumnos deben tener un ejemplar de los siguientes libros:
 El Libro Reglamentario de Hechizos Miranda Goshawk
Una Historia de la Magia, Bathilda Bagshot
Teoría Mágica, Adalbert Waffling
Guía de Transformaciones para principiantes, Emeric Switch
Mil Hierbas y hongos mágicos, Phyllida Spore
Filtros y Pociones Mágicas, Arsenius Jigger
Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos, Newt Scamander
Las Fuerzas Oscuras. Una guía para la autoprotección, Quentim Trimble

Resto del equipo:
 1 varita.
1 caldero.
 1 juego de redomas de vidrio o cristal.
1 telescopio.
1 balanza de latón.
Los alumnos también podrán traer una mascota.
SE RECUERDA A LOS PADRES QUE A LOS ALUMNOS DE PRIMER AÑO NO SE LES PERMITE TENER ESCOBAS PROPIAS.

Tu perro, una pequeña bola de pelo negra llamado Herbie, ladró molesto por encontrarse parado y encerrado en una caja de viaje para mascotas. Le ignoraste y miraste de nuevo el billete de tren: andén 9 y 3/4 a las 10:30.
Suspiraste y miraste a los lados. Tenías todo lo necesario de la lista, menos una varita y los libros. Al fin y al cabo creías que era una broma de la tele para algún reality show. Tú sólo querías salir por la tele.
Viste a un grupo de adolescentes ir prácticamente corriendo mientras decían que se les hacía tarde. Uno de ellos llevaba un gato, así que decidiste no acercarte mucho para que Herbie no empezara a ladrar de nuevo.

-Si decides seguirles a una distancia prudencial pulsa aquí o ve a "en el tren".
-Si decides ignorarles y quedarte donde estás pulsa aquí o ve a "desorientada"

PLUS: Aquí tienes una foto de Herbie y un dibujo

viernes, 8 de noviembre de 2013

Slytherin 1

Estabas cansada de estar sonriendo constantemente y asintiendo a todos los consejos que te daban en la mesa Slytherin, era curioso que todos afirmaran pensar humildemente en ti, sin la menor intención de lucro, y que era justo considerarlos a todos ellos tu familia... bla bla bla. Dejaste de escuchar y simplemente asentiste. Te parecieron bastante egocéntricos y pensante que quizá no deberías haber amenazado al Sombrero Seleccionador para que te pusiera en Slytherin. Quizá no deberías estar en esta casa... No te gustaba sentirte como si acabaras de ingresar en la mafia. Pero entonces pensaste en tus padres, y te diste cuenta de que todo sacrificio valía la pena por ellos. Tu lema siempre había sido "sin arrepentimientos" y sabías que te arrepentirías si no hacías todo lo posible y más por encontrarlos.
De repente todos se callaron y te observaron. Al parecer esperaban a que dijeras algo, y Draco te miraba más intensamente esperando una respuesta.
-¿Y bien?-insistió él.
Reaccionaste rápido.
-Estoy de acuerdo con lo que sea que quieras, D- Malfoy- te corregiste a tiempo antes de decir su nombre porque sabías que a Pansy le molestaba.
Draco sonrió satisfecho con tu respuesta.
Vendiste tu alma al diablo (uno muy atractivo, pero diablo al fin y al cabo) esperabas que mereciese la pena.
-Si ella va, yo también voy- una chica rubia de ojos celestes sentada cerca tuyo, se sonrojó al recibir aplausos en la mesa, después se volvió hacia ti y sonrió- Lo haremos bien-afirmó.- Soy Daphne Greengrass, por cierto.
Sonreíste de la misma forma y asentiste, aunque un sudor frío se asentó en tu cuello al no saber exactamente (no tenías ni idea) a lo que te habías comprometido.
Sentiste una mirada sobre ti, más pesada que las demás, por lo que buscaste en la mesa, y al final, en una esquina, con asientos vacíos a su alrededor, tu mirada se cruzó con la de un chico con el pelo azul oscuro. Él devoraba una manzana, pero aún así, no apartaba sus ojos de ti.
-Decidido entonces,-dijo Draco agarrando tu mano sobre la mesa y captando tu atención. Notaste una ligera arruga de molestia en su frente, y presentiste que aquel chico y Draco no debían de llevarse muy bien- Mi mascota y compañía-hizo un ademán con la mano hacia Daphne- se harán pasar por alumnos de Gryffindor al salir del comedor y averiguarán su contraseña para nosotros.
Oh-oh
-¿Y cómo saldrán cuando la averigüen?-preguntó Goyle- Una vez que todos entren en la sala común y ellas no... será difícil que puedan salir sin ser vistas. El toque de queda a las nueve ya habrá pasado y si se quedan las descubrirán.
-Silencio, Goyle-le calló Pansy, tras eso te miró con una sonrisa- Son auténticas Slytherin, sabrán arreglárselas- tuviste la sensación de que ella quería que fallases.
-Nuestro prefecto está en la enfermería, Goyle, por culpa de esos gemelos Weasley, debemos vengarnos-dijo Crabb, Draco le palmeó la espalda.
-Bien dicho Crabb.
-A no ser... que les falte valor, claro-añadió Pansy.
Todos os miraron
-El valor es de Gryffindor...-comentó Millicent a tu lado- Eso dijo el Sombrero Seleccionador.
Draco rió rompiendo el silencio que se había formado mientras Pansy fruncía el ceño hacia Millicent.
-Ahí te ha pillado, Pansy-todos rompieron a reír junto con Draco.-Además, si no lo hacen, más tarde nosotros no podremos colarnos en su sala común...-Draco os dirigió a ti y a Daphne una mirada de advertencia.
-Que suerte que no sólo vamos a intentarlo, sino que lo lograremos.
-Pansy, recuerda que eres la prefecta y que debes de cubrirlas esta noche si Snape pregunta algo.
-Sí...
La gente pareció haber terminado de comer, así que la comida desapareció de los platos.
 -Y ahora-dijo Dumbeldore-Os deseo buenas noches, los prefectos acompañarán a los de primer año a sus casas. Todos los alumnos del Gran Comedor, excepto los de Hufflepuff, se levantaron de sus mesas.
Daphne y tú os levantasteis dispuestas a iros con los de Gryffindor.
Tu corazón latía ensordecedoramente y te sudaban las manos, entonces sentiste como Millicent le daba un apretón a tu mano.
-Suerte-te deseo.
-Gracias-le sonreíste.
Seguiste a Daphne al salir del Gran Comedor y pronto os mezclasteis con los de Gryffindor, pero al doblar una esquina miraste hacia atrás y viste que aquella era tu última oportunidad de abandonar.
-Hazlo bien- Daphne le dió un apretón a tu hombro y se perdió por otro pasillo alejándose de los de Gryffindor.
Te había abandonado. Si no les seguías tú, ningún Slytherin conseguría la contraseña. Pero si Daphne no lo hacía, tú no tenías por qué hacerlo ¿no?

-Si decides continuar la misión pulsa aquí o ve a Misión 1
-Si decides que no quieres hacerlo pulsa aquí o ve a No

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lunes, 28 de enero de 2013

Gryffindor 1

Las cosas no podían ir mejor, pensaste con una amplia sonrisa. Al principio estabas asustada por ser de una familia muggle, pero con Fred, George, Lee y Ginny, supiste que no tenías de que preocuparte. Incluso ya tenías varita y tu jefa de la casa te había dicho que había un fondo especial para alumnos de padres muggles, eso te hizo relajarte aún más.
-Juro que Snape está cada año más feo-oíste que decía un pelirrojo al que no conocias.
-¿El jefe de la casa Slytherin?-recordaste.
-Es el profesor de Pociones-te aclaró una chica con una maraña de pelo castaña y rizada. Sin embargo, te pareció bastante guapa.- Hermione Granger-se presentó mirando al pelirrojo que antes había hablado para que hiciera lo mismo.
-Debe ser porque esta vez hay dos profesores de Defensa Contra las Artes Oscuras, ¡y ninguno es él!-intervino riendo un chico de pelo azabache, gafas y ojos verdes.
Tu viste que el pelirrojo tenía la boca llena y te adelantaste para no ver con exactitud qué estaba comiendo.
-Debes de ser Ron Weasley-el asintió. Tú habías recordado el nombre del otro hermano de Ginny que aún estaba en Hogwarts.
-Y éste es Harry Potter-dijo pasándole un brazo por los hombros al chico de gafas y ojos verdes.
Tú sonreíste y te presentaste, algo cohibida, pues al final si habías visto con exactitud que estaba comiendo Ron.
-Cierra la boca, Ron-oíste que le decía Harry quitando su brazo.
-Eso, ¡cierra la boca Ron!-dijeron los gemelos a la vez.
-Siempre he tenido curiosidad-Hermione miró a los gemelos- ¿Lo tenéis planeado o de verdad es cosa de gemelos eso de hablar a la vez?
-Es cosa de los gemelos Weasley-le respondieron ellos sacándole la lengua, de nuevo a la vez.
Hermione negó con la cabeza.
-¡No seáis malos con Hermione o se lo diré a mamá!-amenazó Ginny a Fred y George.
Ellos hicieron el símbolo universal de cremallera con sus bocas, de nuevo a la vez.
-Gracias, Ginny, pero no creo que te hagan caso durante mucho tiempo-le dijo Hermione.
-¡Ey, un momento!-se quejó Ron- ¿Por qué cuando Fred y George se meten conmigo no me defiendes igual?
-Porque es gracioso-le respondió Ginny haciendo que todos se rieran, incluida tú. Habías tenido razón, era cálido estar entre una familia numerosa.
-¿Sabéis? Ahora tenemos una nueva hermana-dijo Fred sorprendiendo a todos por su comentario.
-¿Has empezado a salir con Rose Zeller de nuevo?-le preguntó Harry.
-¡No! ¿Cómo puedes pensar eso?-Fred se hizo el ofendido.
-Nos referimos a ella-George te señaló- Es una Weasley postiza-afirmó.
-La vieja varita de Charlie la escogió-les informó Fred.
-Creía que las varitas sólo escogían a su mago una vez-comentó Ron sin parar de comer, a pesar de que todos parecían estar sorprendidos.
-Y así es, Ron-eso pareció volver a la realidad a Hermione- ¿Seguro que no es algún tipo de broma vuestra?
-¡No se bromea con la varita de Charlie!-dijeron ambos gemelos de nuevo a la vez como si fuera una regla.
 -Es verdad-corroboró Ginny- Tenías que habérmelo dicho- te dijo.
Tú te encogiste de hombros.
-¡Por eso sabíamos que acabaría en Gryffindor!-dijo George.
-Nos debes dos monedas de plata, Ron-le recordó Fred.
-¡Es trampa! ¡Vosotros sabíais lo de la varita de Charlie!-se quejó Ron.
-La varita que tienes no decide la casa a la que vas a ir-los gemelos señalaron a Hermione cuando dijo eso.
-Paga, Ron-insistieron ellos.
-¡Estoy comiendo!-siguió quejándose él.
-Tomad y dejad en paz a Ron por una semana-Harry les dio las dos monedas de plata.
-¡Gracias, Harry!-exclamó Ron.
-¿Qué es ese dinero?-preguntaste.
-Son sickles de plata, también hay galeones de oro y Knuts de bronce, es el dinero de los magos-te explicó Hermione.
-Se nos olvidaba deciros algo-comentó Fred.
George asintió.
-Es hija de muggles, y se ha enterado hoy de que es una bruja-Fred y George estallaron en risas, pero Fred logró continuar- Le pegó una bofetada a Lee cuando la llamó bruja.
Te sonrojaste hasta las orejas mientras todos reían algo sorprendidos.
-¡Bueno, vale ya!-dijo Ginny al mirarte- ¡Si molestáis a mi amiga, también me chivaré a mamá!
-Es nuestra hermana postiza-argumentó George.
-También tenemos que ser un poco malos con ella.-comentó Fred.
-¿Significa eso que también es mi hermana?-se lamentó Ron entre bocado y bocado.
-¡Sí!-le gritaron los gemelos.
-Pero creo que con impedir que Ginny se meta en líos vamos a tener suficiente-se quejó Ron- ayudar a otra de primero...
-¡Ron!-le regañaron Hermione y Harry a la vez.
-No te he pedido ayuda, Ron-le dijiste molesta por su sutil rechazo.
La gente parecía haber terminado de comer, así que la comida desapareció de sus platos.
-Y ahora-dijo Dumbeldore- Os deseo buenas noches, los prefectos acompañarán a los de primer año a sus casas.
Todos los alumnos del Gran Comedor, excepto los de Hufflepuff, se levantaron de sus mesas.
-¡Primer año Gryffindor! ¡Aquí!-gritó otro chico pelirrojo.
-Y ése es Percy, tu otro hermano Weasley-dijo Fred.
-Es muy severo y algo suceptible-comentó George.
-¡Sí! ¡Pero tenemos que seguirle!-dijo Ginny agarrándote de la mano y arrastrándote con ella.
Percy os guió a través del castillo, por unas escaleras que cambiaban a placer, hasta el retrato de una dama gorda, en el séptimo piso.
-¿La contraseña?-pidió el retrato.
-Luces de colores-dijo Percy.
Mientras el retrato dejaba ver la entrada a la sala común de Gryffindor, Percy avisó de que las contraseñas se cambiaban regularmente y que las clases empezaban a las 9. Luego instó a las chicas a ir a sus dormitorios a la derecha y a los chicos a la izquierda.
Cuando llegates a tu habitación, Ginny te explicó a Percy no le caía bien Harry y siempre intentaba quitarle méritos o corregirle. Por eso no le había contado entre sus hermanos, ¡porque estaba colada por Harry!-te confesó.
-¡Hola chicas!-se presentó una morena con el pelo rizado corto y los ojos negros- Soy Romilda Vane, ¡me pido la cama de la ventana!-y quitó las cosas de Ginny de la cama a pesar de que había una cama más cerca de la ventana, que también estaba ocupada.
Herbie ignoró todo el jaleo, estaba hecho un ovillo en tu cama, junto a una montaña de libros.
-¡Ey! ¡Esa es mi cama!-se quejó Ginny impidiendo que siguiera tirando sus cosas.
-Ya no-le dijo Romilda- He decidido que no me caes bien, si crees que Harry se va a fijar en ti, ¡vas lista!
-¿Me has oído?-le preguntó Ginny.
-¡Pues claro que te he oído!-la reprochó Romilda- ¿Harry, me pasas el jugo de calabaza? ¿Harry, cómo has pasado el verano?-imitó a Ginny- ¡Y ahora hasta en la habitación! ¿Sabes qué?-continuó imitando a Ginny- ¡Me gusta Harry!
-Estás celosa, y ¡no pienso cambiarte mi cama!-se negó Ginny.
Empezaron a forcejear con los equipajes de ambas, y Herbie empezó a ladrar, parecía estar riñéndolas por ser tan ruidosas. Tú no sabías cómo pararlas, así que intentaste calmar a Herbie primero.
-Parad...-ambas ignoraron tu vano intento.
-¡Callaros de una vez!-una chica castaña y de un moreno amazónico entró en la habitación instaurando el silencio y cerrando la puerta de un golpe.-¡No quiero que la habitación se convierta en una jaula de Pixies!
Romilda y Ginny la miraron algo intimidadas, incluso Herbie estaba observándola.
-Tú-te ordenó- A la cama junto a la ventana-así pareció acabarse la discusión.
Para relajar un poco el ambiente, te presentaste a ella, que parecía ser tres años mayor que vosotras.
-Yo soy Alicia Spinnet y tengo mañana a las 9 las pruebas para cazadora del equipo de quidditch-miró severamente a Romilda y a Ginny.
-Yo soy Romilda Vane-mostró una amplia sonrisa, parecía estar haciéndole la pelota- Espero que tengas suerte.
-Ginny Weasley-se presentó tu amiga- Siento el follón de antes, estoy segura de que lo harás bien, mis hermanos me hablaron bien de ti el año pasado.
-El año pasado golpeé a tus hermanos con una bludger al final de un partido.-Alicia sonrió al recordarlo- Sí, estoy segura de que no se les habrá olvidado la lección de cómo golpearlas adecuadamente.
-¿Qué pasó? ¿Qué pasó?-preguntó Romilda curiosa.
-Despejaron mal una bludger y golpearon a Angelina, una cazadora de nuestro equipo. Como no estaba segura de cuál de ellos había sido, les quité un bate y golpeé una para cada uno.
-Nuestra madre hace lo mismo a veces, esta harta de que se hagan pasar el uno por el otro.-Ginny rió con Alicia.
-Bueno, ha sido un placer conoceros, pero ya hablaremos mañana.-se despidió Alicia metiéndose en la cama.
-Buenas noches-dijo Romilda imitándola.
-Buenas noches-dijisteis Ginny y tú.
Dormiste bastante bien, incluso Herbie tuvo un sueño apacible, ya que apenas lo notaste moverse sobre tu cama. Sin embargo, te despertaste por la noche con la boca un poco pastosa.

-Si decides levantarte de la cama e ir a por un vaso de agua, pulsa aquí o ve a caminata.
-Si decides darte la vuelta y seguir durmiendo, pulsa aquí o ve a primer día.

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domingo, 27 de enero de 2013

Ravenclaw 1

El discurso fue esclarecedor para ti, intentaste no perderte ninguna palabra y memorizarlo todo, pero fue imposible. Sobrecarga de información.
-¿Qué es el quidditch?-oíste que preguntaba Bradley.
-Sólo es un deporte de magos que se juega sobre escobas-le contestó Marietta antes de llevarse el tenedor a la boca.
-Hay gente que te mataría por decir eso-dijo Luna con voz suave.- Y no es un deporte de magos sólo, los Gnomos de jardín también lo juegan.
-Eso te lo acabas de inventar-la contradijo Marietta.
-¡No! Salió en el Quisquilloso de la semana pasada, y ¡mis gnomos de jardín juegan quidditch!
-¿Usan escobas? ¿Y las bludgers?-le preguntó insistentemente Marietta.
-Bueno, no...
-Entonces no es quidditch-determinó ella.
Bradley, que había estado atento a la conversación como si se tratase de un partido de ping-pong, suspiró.
-Bien, ¿que hay del quidditch? ¿Es un deporte de magos o de gnomos? ¿Tenemos que traer uno como mascota para poder jugarlo?
Su última pregunta arrancó varias carcajadas en la mesa Ravenclaw, pero te fijaste en alguien que no se rió. Lo observaba todo en silencio, apoyando su cabeza sobre su mano, además, apenas había tocado la comida. Tenía un tono de piel muy tostado y el pelo azabache, pero lo que te impresionó fueron unos ojos verdes tan intensos que destacaban sobre su moreno.
-El quidditch es absolutamente un deporte de magos.-sus ojos eran severos a pesar de que tenía ss labios curvados en una sonrisa- Hay cuatro balones: la quaffle, las bludgers y la snitch dorada. Hay siete jugadores: el guardián, que supongo que tú llamarías portero, ya que protege tres aros de la quafle; tres cazadores que se pasan la quaffle para meterla en los aros; dos golpeadores con bates que alejan a las bludgers de los jugadores de su equipo; y el buscador, que tiene que coger la snitch dorada antes que el otro jugador. Otorga 150 puntos y finaliza el partido.-sus labios seguían curvados en una sonrisa.
-Gracias-le respondió Bradley algo avergonzado por su extensa explicación.
-Lo que yo decía, un deporte de magos sobre escobas-insistió Marietta.
-Si nunca has jugado quidditch, deberías dejar de decir eso-sentenció aquel chico avergonzando esta vez a Marietta.
-Si no te has presentado, tal vez no deberías conversar con nosotros-le devolviste su frase enarcando las cejas, instándole a que continuara.
Se impuso un silencio en la mesa Ravenclaw esperando su respuesta.
-Roger Davies, Capitán del equipo de quidditch de Ravenclaw-se presentó mirándote y esperando que hicieras lo mismo. Tu sonreíste sin amedrentarte y no sólo te presentaste tú, sino también a Bradley, Marietta y Luna.
-Roger-le llamó Luna- tal vez deberías motivarlos a presentarse a las pruebas de quidditch y no tratar de asustarlos-le reprendió.
-Si son de primero es poco probable que tengan algo que ofrecer-contestó Roger.
-No me interesa el quidditch-dijo Marietta.
Y antes de que Roger pudiera decir algo, Bradley exclamó:
-Yo me presentaré-Roger fijó sus ojos verdes en él, mientras Bradley fijaba sus ojos azules en ti- ¿Y tú?
-Claro, tengo curiosidad por ver algo de quidditch-accediste. Al fin y al cabo, sólo era presentarse ¿no? Incluso a lo mejor podrías darle una lección a Roger sobre lo que era capaz de hacer alguien de primero. Lástima que nunca antes hubieses jugado al quidditch.
La gente pareció haber terminado de comer, así que la comida desapareció de los platos.
-Y ahora-dijo Dumbeldore-Os deseo buenas noches, los prefectos acompañarán a los de primer año a sus casas.
Todos los alumnos del Gran Comedor, excepto los de Hufflepuff, se levantaron de sus mesas.
-¡Prefectos de Ravenclaw! ¿Dónde están los prefectos de Ravenclaw?-empezó a canturrear Bradley, sin darle importancia al anterior desplante de Roger.
-Luna-la llamó Roger, ella aún continua sentada, leyendo el Quisquilloso- ¿Has visto a Cho?
-Está llorando en los baños, Cedric no ha querido volver a salir con ella después de darse un tiempo en el verano-Luna le respondió sin despegar sus ojos de la revista.
Roger suspiró sonoramente y alzó la mano.
-¡Primer año de Ravenclaw! ¡Primer año!-Bradley dejó de canturrear sorprendido al escuchar a Roger- La cuestión es la siguiente: soy el único prefecto de Ravenclaw esta noche, a vuestra prefecta, Cho Chang, le han dado calabazas y no está disponible esta noche. Si os perdéis no es mi problema, ya que sois alumnos de Ravenclaw, usad vuestro cerebro y encontrad la casa.-se oyeron algunos sonidos de protesta- Quejas a Cho Chang, seguidme.-y empezó a andar.
Salisteis del Gran Comedor y observasteis como se encendían antorchas a los lados de los pasillos según andabais.
-Las escaleras cambian a placer, sólo agarraos a ella y buscad otro camino, no esperéis a que vuelva a cambiar-declaró Roger, cuando eso mismo pasó.
Seguisteis andando y subiendo escaleras hasta el Séptimo piso.
-Esto es la torre Ravenclaw, en el Séptimo piso por si no los habéis contado-especificó.
-¡Entonces todo el mundo sabe dónde está nuestra casa!-se quejó uno.
-Puede ser, pero no cualquiera puede entrar-Roger sonrió de lado- Dudo siquiera que vosotros podáis entrar.
-Lo dice porque hay que contestar correctamente un acertijo-explicó Marietta-Mi hermano me lo contó.
Os detuvisteis delante de la estatua de un águila, que empezó a hablar con voz monótoma:
-¿Qué es lo que aún no ha sido, que debe ser, pero cuando sea ya no lo será?
Se oyeron murmullos de gente que repetía la pregunta.
-Adelante, intentadlo. Por eso los de primero de Ravenclaw suelen ir en grupos, por si uno falla, lo responde otro. O al menos lo intenta.-Os retó Roger. Te pareció que intentaba demostrar su autoridad o la estupidez vuestra.
-¡El silencio!-dijo uno
El águila negó con la cabeza.
-¡Idiota! ¡Ése es otro acertijo diferente!-le regaño otro.
Aquello hizo reír a Roger.
-Si aún no ha sido, es un suceso futuro  seguro-oíste que razonaba Bradley en voz- el cuál, en presente ya no lo será, pero ¿qué demonios es?-te miró a ti al ver que le escuchabas.
-¡El día de mañana!-respondiste según las pistas de Bradley.
El águila se movió dejando ver una entrada a un salón con alfombras y sillones azules.
-¡Sí!-gritasteis Bradley y tú chocando las manos.
-Es un acertijo muggle-oíste que decía Marietta mientras entrabais.
Roger no dijo nada, sólo te observó atento, y luego observó a Bradley.
-Dormitorio de las chicas arriba y a la derecha, dormitorio de los chicos arriba y a la izquierda-mientras Roger hablaba observaste la sala común de Ravenclaw, parecía que la mitad era una pequeña biblioteca, y las chimeneas estaban encendidas con un gran fuego, como si llevaran tiempo así.-Y a vosotros dos,-Roger os señaló a Bradley y a ti- os espero en campo de quidditch a las 9, no os preocupéis por las clases.
Cuando Marietta y tú subisteis a vuestro dormitorio, te fijaste en que ya había una chica en él, estaba abrazando a Herbie. Tu perro, al ver que habías llegado, se soltó con algo de esfuerzo de la chica y fue a saludarte.
-Lo siento-dijo la chica secándose las lágrimas-Estaba un poco triste, y tu perro me animó.-cuando te miró a los ojos, dedujiste que era japonesa o china.
-Pues al parecer no lo hizo muy bien-comentó Marietta ignorándola y dirigiéndose a su cama a ver sus cosas.
-¡Marietta!-la regañaste. Luego te volviste hacia la chica- ¿Por casualidad no serás Cho Chang, la prefecta desaparecida?-le preguntaste.
-Sí...-afirmó.- ¡Ay, no!-dijo recordando- Tenía que acompañar a los de primer año.
-Ese Roger parecía bastante molesto-comentó Marietta.
Cho gimió.
-Marietta...-la avisaste.
-Pero mañana tiene que estar con ella y algunos más en el campo de quidditch-continuó- Poco probable que le veas entonces ¿no?
Eso pareció sorprender a Cho, que volvía a tener a Herbie a su lado.
-¿Vas a hacer las pruebas para el equipo de quidditch? ¿Roger no te ha dicho que ni lo intentes?
La puerta del dormitorio se abrió y apareció Luna.
-Todo lo contrario-dijo Luna con voz suave como si siempre hubiese estado allí- Como tú no estabas intenté hacer de prefecta y le dije que debía de motivarlos.
-¡Sabía que eras tú la que faltaba como nuestra compañera de cuarto! ¡Tienes toda una pared empapelada con pósters y artículos del Quisquilloso!-dijo Marietta.
Te volviste y observaste que Marietta no había exagerado.
-Vaya Luna, es impresionante, yo nunca consigo que Roger sea más amable-se lamentó Cho.
-Bueno, Luna le dijo que debía motivarnos, pero más bien nos dijo que "dudaba que hubiese algo que mereciese la pena entre los de primero"-hiciste una pausa recordando- Luego Bradley dijo que se presentaría y me animó a hacer lo mismo.
-A mi no me interesa el quidditch, pero ese Roger se merece un...-Marietta se acercó a la pared a leer un artículo del Quisquilloso-... torposoplo en el trasero.
Eso os arrancó una carcajada a todas.
Te acercaste a tu cama y viste que había una carta encima de ella.

Debido a su falta de material, le informo de que mañana a las 9,
deberá presentarse en la sala común y esperarme. 
Solucionaremos su problema
Atentamente  Filius Flitwick,
Jefe de la casa Ravenclaw


-Marietta-la llamaste al terminar de leer tu carta- ¿Roger dijo que debía de estar mañana a las 9 en el campo de quidditch?
-Sí, 
-¿A las nueve?-repetiste.
-Sí, ¿por qué?
-Porque no creo que pueda estar en dos lugares a la vez.

-Si decides ir al campo de quidditch, pulsa aquí o ve a Pruebas Quidditch
-Si decides hacer caso a la carta, pulsa aquí o ve a Varita.



viernes, 25 de enero de 2013

Hufflepuff 1

La gente se abalanzó sobre la comida bastante emocionada.
-¡Esto es lo que más he hechado de menos de Hogwarts!-oíste que dijo una chica morena, con el cabello largo y rizado.
Cedric Diggory rió al escucharla.
-Definitivamente está entre la lista de cosas que yo he hechado de menos-le respondió.
-¿Pero todos los días se come así de bien?-les preguntó Susan.
-¡Sí!-chilló emocionada la chica- ¿Otra amante de la comida, como yo?
-Susan Bones-se presentó tu amiga.
-Rose Zeller-se presentó la chica- ¡Hey! ¡Y tú eres la de la chapa!-te reconoció.
Le recordaste tu nombre.
-Si quieres un consejo para no meterte en líos, es "ten cuidado con los gemelos Weasley".
-Rose, no la asustes.-la regañó con delicadez Cedric- Es cierto que son algo peculiares, pero se puede confiar en ellos.
-Para que te manden a la enfermería-rezongó Rose.
Cedric suspiró y negó con la cabeza.
-¿Nos hemos perdido algo? ¡Me encantan las historias!-pidió Susan.
-Convencieron a Rose para probar unas pastillas vomitivas-dijo Cedric.
-¡Dijeron que no me pasaría nada!-le interrumpió Rose- Sólo tenía que tomarme un trozo de la pastilla me pondría a vomitar, me tomaba el resto y ¡como nueva!
-¿Y qué pasó en realidad?-preguntaste.
-Es algo difícil tomarte un trozo de pastilla mientras estás vomitando-comentó Cedric.
-Él tuvo que llevarme a la enfermería-Rose señaló a Cedric con el pulgar- Pero lo peor, ¡es que yo estaba saliendo con Fred!-confesó- Puedo entender que le pida un favor a su novia, ¡pero es que les pedían a todas las chicas de la escuela ser sus calderos!
-¿Calderos?-preguntaste sin entender. Susan tampoco lo entendió.
-Veamos... Conejillo de indias-aclaró Cedric.
-¡Ah!-contestasteis las dos entendiendo.
-Pero son dos-intervino Susan de repente- Pudo haberlo hecho el otro.Ya sabes, es típico de los gemelos, está el bueno, y el malo.
-Créeme, los dos son malos- Rose bufó.
-Es fácil distinguirlos-interviniste haciendo que todos te miraran- Fred es más sociable, el que primero suele hablar con los demás, George le sigue. Es algo más... tímido, no,-negaste- cerrado quizás, menos personal cuando habla. Y le encanta corregirte-recordaste.
-¿Desde cuando los conoces?-te preguntó Rose.
-Hoy, en el tren-especificaste.
-¿Y lo sabes ya? Me da miedo lo que puedas saber de mí mañana-bromeó Cedric.
-¡No te preocupes!-Susan te pasó un brazo por los hombros arrimándote a ella- ¡Sabemos guardar secretos!-y te puso un vaso de leche delante de ti, como retándote a que te lo bebieras- Lo he perfeccionado un poco desde hace una semana-te advirtió.
Tú te reíste al recordar cómo te contó que a su hermana la leche le salió por las orejas, y te negaste a beberla entre risas.
-Ahí me parece que hay una historia-comentó Cedric.
Antes de que Susan pudiera hablar, tú dijiste:
-Si te la cuenta lo más probable es que no vuelvas a beber leche-eso pareció enfurruñar a Susan-Al menos no delante de ella-especificaste.

La gente pareció haber terminado de comer, así que la comida desapareció de los platos.
-Y ahora-dijo Dumbeldore- Os deseo buenas noches, los prefectos acompañarán a los de primer año a sus casas.
Todos los alumnos del Gran Comedor se levantaron, así que tú también, hasta que te fijaste que eran todos, menos los de la mesa de Hufflepuff.
-Tranquilas-dijo Cedric sonriendo-yo soy el prefecto de Hufflepuff, Hannah también, pero está en el otro extremo de la mesa. Quedaos sentadas hasta que se vacíe un poco el Gran Comedor.
-Es un secreto-Rose os guiñó un ojo- No podéis decirle a los de las otras casas dónde está Hufflepuff.

Cuando el Gran Comedor se vació, los alumnos de la mesa de Hufflepuff se levantaron, y tú los seguiste a las cocinas, donde vistes un montón de seres arrugados con orejas puntiagudas, esqueléticos y de diferentes tonos de marrón vestidos una camisa o un jersey tan sólo. Te sorprendiste cuando uno de ellos de miró, pues sus ojos eran grandes y le ocupaban la mayor parte de la cara.
Le diste la mano a Susan.
-¿Qué son?-preguntaste.
-Son elfos domésticos, trabajan para Hogwarts.-te respondió Cedric.
-¿Ellos hacen toda esa maravillosa comida?-preguntó sorprendida Susan.
-¡Gracias, señorita!-respondió uno de los elfos sorprendiéndoos al escuchar su voz tan aguda.
Os disteis por respondidas.
Cedric giró a la derecha y entró en lo que parecía ser la bodega.
-Ahora prestadme atención-pidió cuando una chica de nariz chata, pecosa y castaña con el pelo rizado y largo se situó a su lado.- Es el tercero a la izquierda, y son tres toques, ni uno más, ni uno menos.
-Si os equivocáis lo más probable es que acabéis apestando o en otra parte del castillo-le interrumpió la chica que estaba junto a él.
-Esa debe de ser Hannah, la otra prefecta-te susurró Susan al oído.
-Tercero a la izquierda y tres toques-repitió Cedric.
Él se dirigió al tercer barril y golpeó lo golpeó tres veces.
Él barril se abrió, y os alumnos empezasteis a entrar.
-¿Crees que cabremos todos ahí dentro?-le preguntaste a Susan.
-Es un colegio de Magia-te recordó Susan.
Cuando cruzaste el umbral, fue un salón con unos esplendorosos sillones y sofás negros y amarillos lo primero que vistes. También había una gran chimenea en medio de la sala común. Y además de algunas mesitas de estar, había unos pocos barriles que también se usaban como mesas.
-Dormitorios de los chicos, a la izquierda-había unos túneles entre las dos chimeneas-Dormitorios de las chicas, a la derecha.-Y Cedric te miró y sonrió- Sed puntuales mañana, las clases empiezan a las nueve.
-Encontraréis que vuestras pertenencias están en vuestr..¡Aaaah!-Hannah, la prefecta, pegó un grito cuando una bola de pelo negra bajó por las escaleras rozándola.
-¡Herbie!-gritaste riendo contenta cuando éste saltó a tus brazos.-Me has echado de menos, ¿verdad?
Mientras acariciabas a Herbie, algunos alumnos rieron.
-¡Es precioso! ¡Qué lindo!-dijeron unos pocos acercándose.
-Sí-corroboraste cuando intentó chuparte la cara- Y le encanta que se lo digan- Herbie se dejó acariciar por tus compañeros.
-Como iba diciendo-continuó Hannah- vuestras pertenencias están en vuestros dormitorios-y se marchó. Aunque segundos después se asomó y observó a Herbie- Sí que es bonito, sí-admitió.
Susan y tú fuisteis a vuestros dormitorios. Resultó que los compartíais con dos chicas, una se llamaba Hepzibah y otra Summers.
Te fijaste también en que había un montón de libros junto a tu equipaje.

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jueves, 24 de enero de 2013

Dumbeldore 1

Desviaste tu vista al techo, sorprendida al comprobar que... ¡contemplabas el cielo! Además no había lámparas, sólo un montón de velas que levitan a diferentes alturas sobre vuestras cabezas.
Un hombre anciano, con la barba que casi le llegaba hasta el suelo, se levantó de la mesa que presidía en el comedor y todas las conversaciones cesaron. Llevaba un sombrero y una túnica púrpuras.
-Para los que ya me conocéis-parecía tener bastante energía, la cuál no concordaba con la impresión que tú tenías de su edad.- me presento de nuevo; y para los que no ¡Me llamo Albus Dumbeldore!¡Bienvenidos!-hizo una pequeña pausa y carraspeó- Soy el director de este centro otro año, y estoy encantado de conoceros. ¡Bienvenidos a Gryffindor donde abunda el valor!-los de Gryffindor aplaudieron- ¡Bienvenidos a Ravenclaw, donde prevalece la inteligencia!- en Ravenclaw aplaudieron más moderadamente- ¡Bienvenidos a Hufflepuff, la lealtad os acompañará toda la vida!- En Hufflepuff aplaudieron tanto o más que los de Gryffindor- ¡Bienvenidos a Slytherin, el ingenio os dará la fama!-en Slytherin el estruendo fue mayor, porque usaron los cubiertos y dieron patadas al suelo- Y para todos, de nuevo o no ¡Bienvenidos a Hogwarts!-todo el Gran Comedor, incluidos los profesores estalló en aplausos.- Os presento también de nuevo o no, a la profesora Minerva Mcgonagall, jefa de la casa de Gryffindor, subdirectora del centro y profesora de Transformaciones- la primera profesora que habías visto, asintió mientras el Gan Comedor se sucedía aplaudiendo con la presentación de cada profesor- A los profesores Gilderoy Lockhart de Defensa Contra las Artes Oscuras, y al profesor Remus Lupin, de Defensa Contra las Artes Oscuras Avanzadas- el profesor Lupin te pareció bastante normalillo, pero el profesor Lockhart te pareció un modelo de revista que estaba posando. "Ni tanto, ni tan calvo" pensaste- Al profesor de Pociones y jefe de la casa de Slytherin, Severus Snape- Slytherin volvió a aplaudir ruidosamente- A la profesora Aurora Sinistra de Astronomía- tenía el pleo corto y moreno, parecía tan joven que podrías confundirla con una alumna del último curso- A la profesora Pomona Sprout de Herbología, jefa de la casa de Hufflepuff- Hufflepuff aplaudió con más entusiasmo a una profesora con el cabello corto, rizado y canoso, con una túnica y gorro verdes adornados con hojas- A la profesora Sybill Trelawney de Adivinación- tenía el pelo castaño canoso, rizado y largo además del aspecto de una adivina de feria- A nuestro guardabosques, Rubeus Hagrid como profesor de Cuidado de las Criaturas Mágicas-reconociste al gigante que gritaba primer año en la estación- A Rolanda Hooch como profesora de Vuelo y árbitro de los partidos de quidditch- esta profesora también parecía joven, pero tenía el pelo canosa y despuntado además de unos ojos amarillentos y algunas arrugas alrededor de los ojos- A nuestro querido profesor de Historia de la Magia, Cuthbert Binns- el profesor Dumbeldore te miró, al igual que todo el comedor. Te diste la vuelta y tiraste una copa, que por fortuna estaba vacía al igual qu toda la mesa. ¡El profesor Binns era un fantasma!- A la profesora Bathsheba Babbling de Runas Antiguas- era castaña y llevaba el pelo recogido en una coleta sin cuidado. También tenía una nariz aún más prominente que la del profesor Snape- A la profesora Charity Burbage de Estudios Muggles-realmente tenía el aspecto totalmente muggle entre los profesores con sus pantalones y su chaqueta vaqueras- Y por último y no menos importante, ¡Al profesor de Encantamientos y jefe de la casa de Ravenclaw, Filius Flitwick!-hizo una pausa mientras todos aplaudían, especialmente Ravenclaw, a un profesor que se parecía bastante a lo que pensabas que podría ser un duende.- Hay dos reglas que debéis de seguir para estar en Hogwarts: a partir de las 9 de la noche, sólo podréis estar en la sala común de vuestra casa, y la otra es que nunca entréis al Bosque Prohibido a no ser que un profesor os acompañe.También debéis saber que vuestros triunfos serán puntos para vuestra casa, mientras que cualquier infracción será penalizada con la extracción de ello. Al final de curso la casa que obtenga más puntos será premiada con la copa de casas, un gran honor y orgullo. Por último debo recordaros, que a lo largo de esta semana se harán las pruebas de los equipos de quidditch de las casas, mucha suerte a los que queréis presentaros. Y sin más dilación... ¡A tragar engullir y zampar!-el profesor Dumbeldore dio una palmada, y los platos de todo el Gran Comedor se llenaron de pronto con patatas, judías, ensaladas, puddins, bizcochos, frutos secos, dulces, galletas, filetes, pescados y un montón de guisos.

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Sombrero Seleccionador 3

Rectificar es de sabios, pensaste. Quizá tus padres fuesen algo importantes, pero eso a ti no te importaba. Sonreíste falsamente para evitar de que se dieran cuenta de lo que pensabas, y como el tren aminoró la marcha poco después te bajaste enseguida con tu equipaje y con Herbie dispuesta a averiguar cosas sobre tus padres por tu cuenta.
Cuando bajaste del tren chocaste con una chica bastante bajita y delgadita con el cabello castaño o rojizo, no lo tenías claro.
La chica siguió adelante ignorándote.
Una mano de agarró por el codo pensando que te ibas a caer.
-¡Eh, cuidado, mira por dónde vas!-la regañó un chico de ojos azules y con el cabello corto, castaño oscuro o moreno. Parecía bajito, sin embargo era más alto que la chica con la que habías chocado.
El chico te soltó el codo y sonrió.
-Me llamo Bradley Chambers, y la chica con la que acabas de chocar es Marietta Edgecombe. Discúlpala, ella es de primer año y quiere ser la primera en llegar.
-¡Primer año! ¡Primer año por aquí! ¡Dejad el equipaje en el andén!-gritó un hombre corpulento con barba y que debía medir más de dos metros.
Tú soltaste el equipaje que tenías agarrado, y Bradley sonrió haciendo lo mismo.
-¡Vaya! ¡Eres de primer año! ¡Yo también!-dijo emocionado- ¿Cómo te llamas?
Le dijiste tu nombre, y te fijaste que le salía un hoyuelo cerca del ojo izquierdo cuando sonreía. Era guapo.
Seguisteis a Hagrid hasta un lago en el que había unas canoas en la orilla.
-¿Sabes?-dijo Bradley mirando a una chica rubia, pálida, y de ojos claros.-Esa chica no es de primero, pero está empeñada en hacer este recorrido, dice que da buena suerte.
-¡Poneos por parejas y subiros a una canoa, o no se moverán!-gritó el que gigante que os guiaba.
Bradley y tú os pusisteis en la misma canoa.
-¿Te has fijado en las gafas opacas y a rayas que lleva? ¿Es alguna moda de magos?
Sonreíste cuando Bradley pareció avergonzado por no saberlo y lo disimuló sonriendo más ampliamente.
-Lo siento-continuó- Mis padres son muggles, y no sé mucho sobre el mundo de la magia.-se excusó.
-Bueno-admitiste- mis padres son magos, pero he estado viviendo en el mundo muggle-dijiste entrecomillas haciéndole reír- Así que tampoco se mucho.
-Guay-dijo él guiñándote un ojo y turbándote un poco al ver de nuevo ese hoyuelo- Aprenderemos juntos-prometió.
Llegasteis al castillo y entrasteis.
Una bruja con lo que tu consideraste que era un estereotipo de disfraz de Halloween con su sombrero puntiagudo pidió que os callarais. Ella se presentó como Minerva Mcgonagall, la subdirectora del colegio y la jefa de la casa de Gryffindor.
Os explicó que no teníais que preocuparos por nada, que entraríais en el comedor en fila y que cuando dijera vuestro nombre os sentaríais en un taburete y os pondría el Sombrero Seleccionador. Luego éste diría vuestra casa e iríais a sentaros a la mesa que aplaudiera.
 Te pareció bastante sencillo, pero te sorprendiste cuando la profesora Mcgonagall dijo tu nombre y que no había recibido tu lechuza que confirmaba tu asistencia al centro.
-Se me olvidó-dijiste sin querer admitir que no tenías lechuza.
Algunas personas se rieron, pero eso quedó en el olvido cuando se abrieron las puertas del Gran Comedor.
Entrasteis en el gran comedor en filas de dos y te fijaste en los cuatro colores de estandartes que había: escarlata con un león dorado, esmeralda con una serpiente plateada, azul con un águila en bronce, y amarillo con un tejón negro.
-El azul es bastante bonito ¿no crees? ¡Hace juego con mis ojos!-bromeó Bradley, seguramente para disimular sus nervios.
Cuando dijeron tu nombre, te sentaste en el sombrero seleccionador y viste cómo Bradley te hacía un gesto de buena suerte con el pulgar y luego vocalizaba sin hacer ningún sonido:
"Azul".
Eso te hizo reír.
-¡Esta claro!-gritó el Sombrero Seleccionador sorprendiendo a todos- ¡Tienes curiosidad, una mente dispuesta, eres lista! Y lo más importante-dijo haciendo una pausa-¡Te gusta el azul! ¡Ravenclaw!
La mesa de los estandartes azules rompió en aplausos, mientras se oyeron algunas risas por el gran comedor.
-¡A nosotros también nos gusta el azul!-dijeron dos pelirrojos idénticos desde la mesa de estandartes escarlatas con el león dorado.-¡Y somos de Gryffindor!
Mientras te dirigías a tu mesa, que estaba junto a la de Gryffindor, la profesora Mcgonagall les mandó callar y les dijo que deberían estar alegres de estar todavía en Hogwarts a pesar de todas las trastadas que habían hecho.
Varios alumnos de Gryffindor rieron.
Cuando te sentaste en la mesa, estrechaste varias manos y escuchaste varios nombres, y tú reconociste a una chica rubia pálida, de ojos claros.
-Luna-dijo ella sonriendo por si acaso no lo sabías- Enhorabuena por estar en Ravenclaw.
Poco después, Bradley y Marietta se sentaron junto a ti en la mesa.

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